3.
Dios Cumple
sus Promesas
Mateo
2:1-6. Jesús
nació en Belén de Judea, en días del rey Herodes. Y he aquí unos Magos vinieron
del Oriente a Jerusalén, 2preguntando: ¿Dónde está el rey de los
judíos, que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y hemos
venido para adorarle. 3Cuando el rey Herodes oyó esto, se turbó, y
toda Jerusalén con él. 4Y habiendo convocado a todos los principales
sacerdotes y a los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el
Cristo. 5Ellos le dijeron: En Belén de Judea, porque así está
escrito por el profeta: 6Y tú,
Belén, en la tierra de Judá, de ninguna manera eres la más pequeña entre los
gobernadores de Judá; porque de ti saldrá un gobernante que pastoreará a mi
pueblo Israel.
J
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uan acierta en su Evangelio al
decir que Jesús A los suyos
vino, y los suyos no le recibieron, Juan 1:11. Así
las comunidades evangélicas estamos constituidas por muchos años, no manifestando
más hambre de Dios que aquellos que están en la ignorancia de una religión
popular, sin tener vida espiritual y sin absorber más conocimiento del Señor.
Recibimiento De Emmanuel
En la narración de Mateo uno podría pensar que oyendo
las preguntas y la inquietud por parte de los Magos del Oriente para conocer al
descendiente de David y legítimo Rey judío, cuando llegaron a Jerusalén, guiados
por la estrella, los sacerdotes y los escribas deberían haber sido los primeros
en ir corriendo a Belén para saludar al naciente Emmanuel, y anunciar el
cumplimiento de la promesa de que el Mesías había nacido. Pero no fueron, aun
informando a los Magos del sitio en Belén. No fueron porque no creyeron, no
creyeron porque ignoraron que la consolación de Dios estaba llegando a Belén
ante los violentos tiempos del Imperio Romano. Solamente unos desconocidos de
distantes tierras venían preparados para
llegar adorando en Belén o a donde les dijeran que había que ir.
La llegada de los Sabios o Magos
fue todo un acontecimiento para aquellos que menciona el Evangelio, mostrándonos
lo admirable que fue el nacimiento de Jesús. Están siendo testigos del cumplimiento
de las promesas dadas a los profetas. Desde Isaías 7:14 hasta Miqueas 5:2-4 era conocida
constante presentación del Ungido de Dios para salvar al pueblo, tanto de sus
pecados, como de quienes eran sus enemigos de vidas y destino.
¿Quiénes Fueron los Sabios de Oriente?
Las interrogantes acerca de lo que significan los
Magos o Sabios del Oriente y su presencia en el Evangelio son si ¿eran astrólogos,
sabios y reyes o, los científicos de aquél tiempo? ¿Cómo relacionaron estos
astrólogos a la estrella de Belén con el nacimiento del mesiánico Rey de los
Judíos? ¿Habían sido enseñados por los judíos de la Dispersión a esperar al
Mesías? Es claro que a los Magos se les había dado una revelación especial de
Dios. Posiblemente venían del Norte y Oriente de Israel, en concreto de Siria,
donde habitaban desde antaño los filisteos. No sabemos si eran filisteos, pero
está muy claro que Dios quiso dar una lección a los judíos que desde siglos
atrás gustaban de escuchar y ver las prácticas adivinatorias y astrológicas de
los extranjeros, ver Isaías 2:6,
en vez de utilizar y recapacitar en Su Palabra. Si tanto gustaban de ello ahora
se los envía Dios mismo para conocer doblemente de su amado Hijo: por los
profetas y los magos.
En la turbada Jerusalén y su rey títere romano, los principales
sacerdotes y los escribas sí fueron rápidos para proporcionar a Herodes la
respuesta a esta pregunta tan puntual de los Sabios-Magos-Adivinos, tocante al nacimiento del rey de los judíos
y la estrella del Mesías desde el Nororiente. Y queda muy claro que los de
Jerusalén no actuaron conforme al reconocimiento del cumplimiento de la promesa
de Dios, dada a través del profeta Miqueas. En Jerusalén faltó la esperanza, la
fe obediente. Y no fueron a Belén junto con los Sabios o Magos. Se negaron a
reconocer durante los siguientes treinta años el ministerio del Señor Jesús, aunque
lo vieron en Jerusalén y lo vieron a lo largo y ancho de todo Israel. Su
incredulidad, además de las situaciones tramposas y muchos celos en contra de ÉL,
fue su respuesta constante. Todo el tiempo atacaron al Señor hasta que lo
asesinan por medio de Pilatos. Prefirieron crucificarlo y tratar de olvidarse
de todas Sus enseñanzas de redención, de sanidad y consolaciones pastorales.
Fe Obediente Y Esperanza
Igual nosotros hoy podríamos tener mucho conocimiento
de la verdad bíblica pero sin obediencia por fe y actuar esperanzado de nada
vale. ¿O nos es necesario algo más? Los zelotes de aquellos tiempos creían que había que actuar
de manera revolucionaria y con el mazo
dando, y el machete cortando, resolvían su justicia implantada por propia
mano ¿Sin embargo, nosotros o nosotras hoy estamos con la voluntad de pagar el
precio de que sólo por nuestra esperanza, por fe obediente, sea suficiente para
encontrar vida en la comunidad evangélica, en la iglesia que será llevada al
Reino de los Cielos? Incluso, ¿podemos salir viajando en tiempos peligrosos
para encontrar a Jesús porque estamos observando Su estrella a través de la Palabra
profética, del testimonio que se está cumpliendo? ¿Y qué sobre nuestra
diligencia espiritual para servirle, para adorarlo a todo pulmón en donde nos
congregamos?
Los
Magos viajaron del Oriente al Sureste con un gran costo y riesgo para adorar a
Jesús; pero a diferencia de ellos, muchos conocedores de las Escrituras en
aquél día no se tomaron el tiempo para llegar a la adoración del rey de los
judíos, que Dios mismo estaba presentando al mundo en Belén de Judá.
Extranjeros Ejemplo de Fe
Los Sabios o Magos como líderes políticos y religiosos
de sus pueblos, al ver la evidencia en el cielo fueron ejemplo de fe para
muchos hasta hoy para adorar a este nuevo rey nacido. Ellos creyeron en Cristo
por la sencilla guía de la estrella. Nunca habían visto antes de su viaje la
Palabra escrita de la profecía. Los escribas y los principales sacerdotes con
su gran incredulidad no les fueron de mucha inspiración. Pero cuando todo lo
que vieron fue un niño pequeño en las rodillas de su madre María junto a José,
prontamente sacaron sus ofrecimientos para rendir el homenaje al Rey y postrándose, lo adoraron Mateo 2:11c.
No está el relato de Mateo para
magnificar a los Magos astrólogos más allá de lo que significa su papel y mucho
menos el ser considerados ahora como más importantes que el mismo Jesús como a
veces sucede con la religiosidad popular. Incluso hay una capilla construida en
su honor. La información que conocemos es que estos hombres ilustres en la
medicina, y la ciencia planetaria natural, visitaron a Jesús en el pesebre. La
observación de las estrellas les permitía conocer la voluntad de Dios. Y esta revelación
fue un acercamiento que agitó a toda Jerusalén y su gobernante deplorable en
sus decisiones de terror asesino permanente en especial hacia su familia
cercana por tanto egoísmo.
Jesús Es Nuestro Pastor Gobernante, Con La Majestad Del Altísimo
Y en marcado contraste, el profeta especifica que el
Mesías nacido en Belén es un Pastor Gobernante. Un líder que tendrá gracia y
misericordia sin hostilidad hacia todos los que vivan en desesperación y
pecado. En un gobierno mejor que el actual, que cumplirá todas las expectativas
de Dios como respuesta después de tantos siglos. Igual con nuestro tiempo, con
Jesucristo a nuestro lado, la presencia del Señor va llevando una palabra de
consuelo y de poder en la debilidad humana, de luz en la oscura noche de la
violencia actual. No nos equivoquemos, Él es la justicia que necesita el mundo,
el país, la región, la ciudad, la colonia, y nuestra calle. Esperemos en Su
respuesta sin más anexiones ni decisiones humanas. Amén.